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COMPLEJAS NEGOCIACIONES

Argentina busca el apoyo financiero en EE.UU. ante la crisis de credibilidad y una deuda heredada

El equipo económico negocia en Washington un swap de u$s20.000 millones con la Reserva Federal y el FMI para estabilizar el mercado cambiario, mientras el riesgo país supera los 1.000 puntos y la deuda pública crece a u$s467.000 millones, reflejando la fragilidad económica y la falta de confianza en la sostenibilidad fiscal, según un informe de IDESA.

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08 oct, 2025 11:50 a. m. Actualizado: 08 oct, 2025 11:50 a. m. AR
Argentina busca el apoyo financiero en EE.UU. ante la crisis de credibilidad y una deuda heredada

La situación económica de Argentina enfrenta un escenario crítico, marcado por la falta de credibilidad en los mercados internacionales y una deuda pública que alcanzó los u$s467.000 millones en 2024, equivalente al 65% del PBI. Según un informe de IDESA, “este nivel no es alto comparado con otros países. A modo de ejemplo, Uruguay tiene una deuda pública de 68% y Brasil de 76% del PBI y no están en crisis de deuda. El problema de Argentina es que ha perdido toda credibilidad en el mercado financiero internacional”. Esto se refleja en un riesgo país de 1.260 puntos, muy superior al de Uruguay (70) o Brasil (184), lo que bloquea el acceso al crédito internacional y complica refinanciar vencimientos.


El gobierno de Javier Milei, con el trabajo efectuado por el ministro de Economía Luis Caputo, logró revertir el déficit fiscal heredado, alcanzando un superávit de u$s2.000 millones en 2024. Sin embargo, IDESA advierte: “Incluso cerrado el grifo fiscal la deuda del Tesoro siguió creciendo debido fundamentalmente a la absorción de las Leliq, es decir, los viejos pasivos del Banco Central”. Entre 2019 y 2023, los déficits acumulados sumaron u$s122.000 millones, elevando la deuda pública de u$s323.000 a u$s425.000 millones, un aumento de u$s102.000 millones. En 2024, la deuda creció otros u$s42.000 millones, evidenciando la carga de los pasivos heredados, financiados en parte por emisión monetaria que el Banco Central absorbió con Leliq para contener la inflación.


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En este contexto, el equipo económico extendió su estadía en Washington desde el jueves pasado, buscando un salvavidas financiero antes de la visita presidencial del 14 de octubre. La negociación clave es un swap de u$s20.000 millones con la Reserva Federal, respaldado por Derechos Especiales de Giro (DEGs) del FMI, que otorgaría liquidez para estabilizar el mercado de cambios. Sin embargo, el FMI, bajo la dirección de Kristalina Georgieva, exige condiciones estrictas, como “metas cuantificables que garanticen la sostenibilidad de la deuda y la consolidación macroeconómica”, incluyendo superávits primarios, recortes en subsidios, y reformas tributarias, comerciales y laborales. Además, se demanda un aumento de las reservas del Banco Central, un objetivo incumplido en el actual programa con el FMI, que requirió un waiver (perdón).


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La urgencia de estas tratativas responde a la presión del mercado. Según IDESA, “la tranquilidad en los mercados derivada del apoyo del presidente Trump y el secretario del tesoro norteamericano duró poco. El dólar oficial volvió a colocarse en el techo de la banda cambiaria y los dólares financieros la perforaron. El riesgo país volvió a consolidarse por encima de los 1.000 puntos y la incertidumbre va en crecimiento”. La escalada del dólar blue y financiero, junto con la incapacidad de frenar proyectos legislativos opositores que amenazan el equilibrio fiscal, agravan la percepción de inestabilidad. IDESA subraya: “La impericia se refleja en la incapacidad para bloquear proyectos de leyes de la oposición que atacan el equilibrio fiscal”.


A pesar de los avances en el equilibrio fiscal, la gestión política y técnica del gobierno genera dudas. “Las demostraciones iracundas del presidente y su entorno con la irresponsabilidad fiscal de la oposición no revierten la falta de confianza. Se necesita menos exasperación y mejor gestión”, sentencia IDESA. La solución, según el informe, pasa por un diálogo constructivo con la oposición para consolidar el superávit fiscal y avanzar en reformas estructurales que impulsen el crecimiento, como el desarrollo de infraestructura y regulaciones pro-competitivas.


Con las elecciones acercándose y la incertidumbre en aumento, el acuerdo con EE.UU. y el FMI es crucial, pero insuficiente sin una estrategia que restaure la confianza. IDESA concluye: “El acuerdo con los EEUU y el resultado de las elecciones son temas importantes. Pero lo decisivo para recuperar credibilidad es dar señales claras y contundentes de que el equilibrio fiscal se mantendrá”.

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